No sé qué opinas tú, pero lo del lenguaje bancario es de traca. Y no es sólo que nadie sepa qué demonios significa TIN, TAE o CER. Es que, en la supuesta era de la transparencia, no hay quien entienda a los bancos.

¿No crees que la transparencia debería demostrarse también a través del lenguaje? ¿O acaso el lenguaje, el tono, el estilo, no transmite valores de marca?

Y luego dicen que los españoles no se leen los contratos. ¿Para qué? Si total, no te vas a enterar de gran cosa.

Para muestra, un botón. Aquí tienes un pequeño ejemplo de lo que digo. Un fragmento de un contrato estándar de una tarjeta de crédito cualquiera. Dice así:

Superbank establecerá límites operativos y de seguridad, tanto generales de la Tarjeta como específicos para cada una de las concretas utilidades ofrecidas, destacando entre ellos la existencia de un límite diario de disposiciones en efectivo en Cajeros Automáticos por Tarjeta, como medida de seguridad personal, límite que puede ser modificado por quien ostente la titularidad del contrato.

Ahora piensa en todas las personas con un nivel cultural medio o bajo. O en ese 33% de los españoles que no lee nunca. Ya te lo digo yo. Raya el absurdo. Se les hace de noche cuando se enfrentan a un contrato bancario o una póliza de seguros.

Por cierto, te diré que ese párrafo tiene un índice de legibilidad de 19,85 sobre 100. ¡Un suspenso como una casa! Vamos, que muy fácil no te lo ponen. ¿Es que no pueden hacerlo mejor? Yo creo que sí.

¿Te imaginas que dijeran lo mismo usando un lenguaje legible para todos?:

Superbank quiere proteger a sus clientes. Por eso hemos puesto límites de seguridad en tu Tarjeta. Por ejemplo: sólo te permite retirar 600 € al día en Cajeros. Ahora bien, ¿lo puedes cambiar? ¡Por supuesto que sí! Como titular, puedes subir o bajar el límite cuando tú quieras. Y sin pagar por ello.

Lo que los bancos aún no han advertido es que el indicador que mejor mide la fidelidad es el CEF. Sí sí, el Customer Effort Score. Es el ratio que indica el nivel de esfuerzo que tiene que hacer un cliente para tratar con tu empresa. Se ha demostrado que el CEF predice con mucha más precisión la fidelidad a una marca que el NPS, el Net Promoter Score de Frederick Reichheld. Otro día hablaremos de él.

Señores bancos, acudan a su agencia, a una pequeña y despierta como Twist. Y cambien su manera de hablar. Hablen con sus abogados. Huyan del lenguaje legal y endogámico que les aleja del cliente. Háganlo y empezarán a diferenciarse. Comenzarán a ser transparentes.

¡Ah! Se me olvidaba. El índice de legibilidad de este artículo es de 85,14 sobre 100. Uff, ¡menos mal!